Los peligros de la “vida saludable” que revoluciona las redes sociales
Los especialistas desaconsejan guiarse por artículos y post que circulan en internet en temas referidos a la salud
Son mujeres jóvenes que utilizan sus cuentas Facebook/ Instagram para compartir dietas, entrenamientos y tips de vida. Son extremadamente delgadas, modifican sus horarios laborales y sociales para entrenar diariamente y todo absolutamente todo lo registran en sus redes sociales, usando hastash todos en inglès (cosa que no es nuestro idioma habitual) así reclutan miles de seguidores y las empresas apuestan a ellas para lograr aumentar las ventas.
Hablan de alimentos “fat y fit”, donde lo “fat” sería comer algo “fuera de la dieta” (ej, una pizza con amigos) y no hay libro ni estudio que diga que los alimentos se clasifican de esa manera. Se refieren a consumir proteína indiscriminadamente y también dicen que hay que ir al gimnasio todos los días, por mas cansado que estés, por mas gripe que tengas, porque, si no lo hacés “sos débil”.
Las/os adolescentes son los màs vulnerables (pero se està viendo un aumento de la franja etaria entre los 25/40 años), que al seguir estos consejos, comienzan a obsesionarse y pueden terminar con trastornos severos como amenorreas (perdida de la menstruación), anorexia, bulimia (atracones de alimentos que son “fat”, por tanta restricción) y diversas lesiones musculares. También a la larga puede afectar a los riñones por el consumo excesivo de proteínas.
En Argentina quienes siguen esta tendencia se hacen llamar “fit family” y todos los años organizan el “fit day”., donde se reunen con sus fans, hacen demostraciones de rutinas de gimnasia, recetas de comidas, charlas de nutriciòn y lanzamiento de libros…
Al tratarse de un fenòmeno masivo los mensajes que difunden en sus redes sociales tienen alto impacto, muchos de los cambios logrados son reales pero no se pueden adaptar al total de la población, hay que tener tiempo ciento por ciento, y muchos tips requieren alto poder adquisitivo, ya que no solo se siguen consejos de gimnasia, sino que se lleva determinada indumentaria, de determinada marca.
Las jóvenes tienden a asociar el sobrepeso con desaliño, abandono y enfermedad; y la flacura, en cambio, con modernidad, dinamismo, éxito social y seguridad personal. Quienes no pueden adaptarse a ese ideal, están en el centro de una contradicción que es particularmente acentuada en la adolescencia, momento en que se forma y consolida la identidad.
Es peligroso dar recomendaciones sin ser un profesional medico/nutricionista.
Estos grupos virtuales son un imán para captar aquellos seguidores con trastornos alimentarios, ya que sus mensajes tienen mucha facilidad para hacerse virales.
Tienen alta probabilidad de desartrollar el trastorno alimentario que se conoce como ortorexia, en el cual una persona adquiere una obsesión patológica por comer comida considerada saludable, pero que puede llevar a la desnutrición, incluso a la muerte.
Las personas que atraviesan esta problemática comienzan por la elección y restricción en la calidad sobre el tipo de comida que ingerirán. Primero empiezan descartando cualquier tipo de grasa animal y embutidos, luego las harinas blancas optando por las integrales, después dejan de lado los hidratos de carbono malo y las comidas con conservantes. Una vez que esta técnica avanza puede declinar en un trastorno de otro tipo.
La salud no puede ser una moda, por lo tanto es necesario que gente calificada nos informe como debemos alimentarnos. Queda claro que estos “pseudo gurùs” alimentarios son buenos animadores y motivan para comenzar a llevar una vida màs saludable, pero si su consejos no se basan en el conocimiento cientìfico aprovado, sus pautas podrìan resultar invàlidas, e incluso perjudiciales.